El asfalto es un material cementante oscuro y viscoso que se obtiene de fuentes naturales (arenas asfálticas, lagos) o se deriva de la destilación del petróleo. Es un material semisólido a temperatura ambiente, y se licúa o fluye cuando aumenta la temperatura. El asfalto es una sustancia utilizada como material de construcción y es clave en la infraestructura vial. Se caracteriza por ser adherente y cohesivo, lo que lo hace ideal para pavimentar caminos y autopistas. Su propiedad impermeabilizante le permite resistir el agua, lo que contribuye a su durabilidad. El asfalto es uno de los componentes en la fabricación de mezclas asfálticas; en esencia, es el pegamento que mantiene unida la matriz de agregado pétreo. Como tal, juega un papel determinante en su calidad y capacidad de hacer frente a las altas exigencias de desempeño.

En la actualidad, el suministro de mezcla asfáltica es fundamental para iniciar y asegurar la ejecución de proyectos viales. Las plantas de producción de asfalto están diseñadas para satisfacer la necesidad de un suministro constante, permitiendo que las obras no se detengan por falta de materia prima. Al ser un material de construcción versátil, el asfalto es empleado no solo en la creación de nuevas vías, sino también en el mantenimiento y conservación de las ya existentes.

El impacto del asfalto en la ingeniería civil es significativo, ya que permite mejorar la superficie de rodadura, lo cual optimiza el tránsito de vehículos y soporta la carga de tráfico intenso. Este objetivo de brindar mejor infraestructura para el transporte requiere de un material resistente e impermeable. Aunque el precio pueda variar, su efectividad a largo plazo…